Proyecto para conservación de aves de pastizal de la UJED recibe financiamiento
Por: 17 de noviembre, 2015
-La Secretaría de Educación Pública, a través del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (PRODEP), aprobó y designó más de un millón de pesos a la Red para el estudio y conservación de aves de pastizal del desierto chihuahuense, que encabeza la Universidad Autónoma de Nuevo León y su Cuerpo Académico Consolidado ‘Ecología y Biodiversidad’, y que en la Universidad Juárez del Estado de Durango coordina el Dr. Martín Emilio Pereda Solís, miembro del Cuerpo Académico en Consolidación ‘Manejo de Fauna Silvestre’, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
En el mismo proyecto también participa la Universidad Estatal de Sonora, con el Cuerpo Académico en Consolidación ‘Recursos Naturales’, y la ONG norteamericana “Rocky Mountain Bird Observatory”, que desde 2007 ha financiado las actividades desarrolladas por las universidades mexicanas, ya que recibe fondos a través del Departamento de Vida Silvestre de Estados Unidos. Ahora el gobierno mexicano colabora también en el desarrollo de esta investigación que es de interés nacional.
El estudio, de acuerdo con lo expresado por el Dr. Martín Pereda Solís, tiene los objetivos, de manera específica, de estimar y comparar la supervivencia invernal y rango hogareño de aves especialistas de pastizal invernando en el desierto chihuahuense en tres áreas prioritarias: Janos, Norteamérica, Cuchillas de la Zarca, Durango, y Valle Colombia de Coahuila; determinar la conectividad entre las poblaciones reproductivas e invernales de aves de pastizal que se distribuyen en Norteamérica mediante marcadores mitocondriales, y estimar la diversidad genética mediante marcadores bajo selección natural y mitocondriales de aves de pastizal en su rango reproductivo e invernal.
Explicó el investigador universitario que en el caso de Estados Unidos y México tienen una región que se conoce como desierto chihuahuense, muy rica en biodiversidad, que comprende 65 millones de hectáreas, el 75 por ciento se encuentra en los estados mexicanos y está sujeta a una grave presión por parte de la agricultura y la ganadería, lo que está afectando la sobrevivencia de algunas especies de aves que son dependientes del pastizal.
Como consecuencia, las aves asociadas a este ecosistema han sufrido los declives poblacionales más fuertes que cualquier otro grupo de aves de Norteamérica, de manera que el 75 por ciento de ellas muestran tendencias negativas.
La investigación revela que hay siete especies de gorriones de pastizal, sólo dos se distribuyen parcialmente en México: A. savannarum y A. bairdii, ambas se reproducen en Estados Unidos y Canadá y migran a nuestro país para pasar el invierno (octubre-marzo).
La parte norte de Durango, donde se encuentran los municipios de Hidalgo, Indé, Santa María del Oro, es parte importante de este ecosistema y es, a nivel nacional, donde se ha encontrado la mayor cantidad de estas aves.
“Lo que queremos es entender más la ecología, a través del comportamiento de estas aves, precisar cuál es el tipo de condición de pastizales que demandan y la relación con otras aves que comparten el pastizal. De manera concreta vamos a instalar transmisores en las aves para hacer un seguimiento de telemetría para conocer cuántas sobreviven el invierno; si mueren, cuáles son las causas, y conocer qué tanto se distribuyen en los pastizales durante el invierno”, comentó el investigador.
Además, dijo, se colectarán plumas para tratar de relacionarlas con los lugares donde se reproducen en Estados Unidos; “queremos saber a qué zona de Norteamérica migran las aves que tenemos en México, tener esa conexión entre sitios de reproducción y de invernación”, mencionó.
El estudio dará resultados sobre quiénes son sus depredadores, que en el caso de los gorriones se ha identificado al menos a tres: el verdugo, un ave conocida por su manera de cazar; los halcones, que los han incluido en su cadena alimenticia, y halconcillos, así como otros de mayor tamaño.