Nuevos retos para los trabajadores sociales en el área de adicciones
Por: 8 de octubre, 2015
-Dentro de la dinámica familiar, las adicciones son un problema que ha permanecido y que los trabajadores sociales deben comprender desde un punto de prevención, como profesionales al cuidado de la salud familiar y social, por tal motivo se presentó la conferencia de “Adicciones”, enfocada a conocer cómo impacta el uso de sustancias en la familia, ante los estudiantes de la licenciatura en Trabajo Social de la Universidad Juárez.
El conferencista Héctor Salvado Gurrola, terapeuta familiar que colabora con el Centro Universitario de Salud Mental (CEUSAM), manifestó que este tema es de suma importancia en la formación de los futuros trabajadores sociales, pues tienen que aprender cómo identificar riesgos, tanto en su propia vida como en su familia, pues afirma que “si logro observarlos es más fácil evitarlos, por lo tanto correré con consecuencias menos graves, porque si uno empieza a involucrarse en un proceso de adicciones lo primero que pasa es dejar de realizar cosas, por ejemplo, dejar la escuela, bajar calificaciones, y todo el espectro que se relaciona con las adicciones se evita si yo logro identificar ese riesgo”.
Explicó que si el trabajador social adquiere la habilidad de identificar que en este momento se encuentra débil en algunos aspectos de su persona o carácter, puede llegar a tomar medidas, pero en el caso de un adicto es diferente, pues es probable que no conozca que está en riesgo, y no observa que en su familia se están moviendo cosas, y va a ser muy complicado hacer algo para lidiar con estas consecuencias.
Además mencionó que el hecho de conocer más sobre adicciones permitirá a los trabajadores sociales aplicar sus conocimientos directamente en la sociedad, pues todo el trabajo que realizan se da en las trincheras donde hacen falta ojos entrenados y capacitados para poner un alto a distintas problemáticas, como lo son las adicciones dentro de la familia.
“La diferencia con las pláticas de prevención es que con alumnos universitarios se puede charlar y hacer más intercambios, con alumnos de menor grado el conferencista se vuelve como un instructor y tú vas construyendo dentro de una charla las necesidades de cada quien, pues yo tengo mis necesidades como expositor, pero el público tendrá otras necesidades, y en el desarrollo de la conferencia se irán cubriendo esas necesidades”, concluyó.