Guardias Universitarias, Identidad Juarista

Las Guardias Universitarias no son sólo una tradición, sino un símbolo vivo de la identidad que define a la Universidad Juárez del Estado de Durango. Año tras año, esta ceremonia reafirma el compromiso de la comunidad universitaria con los ideales de Benito Juárez: la justicia, la libertad y la defensa inquebrantable de la educación como pilar del progreso. Más que un acto protocolario, es un juramento colectivo de lealtad a los valores que dieron origen a esta casa de estudios, un recordatorio de que la historia no sólo se honra, sino que se defiende y se mantiene vigente en cada universitario.

Desde el 21 de marzo de 1958, las Guardias Universitarias han sido un testimonio de respeto y convicción. Con ellas, se rinde homenaje al Benemérito de las Américas en el aniversario de su natalicio y se renueva el compromiso de proteger su legado, asegurando que nunca más se atente contra su efigie, como sucedió el 24 de noviembre de 1954, ni contra los principios que representa. Este año, en el marco del 68.º aniversario de la UJED, la ceremonia tuvo lugar en el monumento del Paseo Las Alamedas, como lo hicieran por primera vez los estudiantes hace 67 años, coincidiendo ahora con el 219.º aniversario del natalicio de Benito Juárez y el 182.º aniversario luctuoso del general Guadalupe Victoria.

La ceremonia inició con el contingente que partió del Edificio Central de la UJED, encabezado por el rector Ramón García Rivera, quien estuvo acompañado por el maestro Julio Gerardo Lozoya Vélez, secretario general; directores de escuelas, facultades e institutos; líderes de los sindicatos universitarios; personal administrativo y docente, así como jóvenes de la FEUD.

La antorcha que porta el fuego universitario fue entregada por el destacado atleta y medallista nacional Diego Vizcarra al rector Ramón García Rivera, quien encendió el pebetero que simboliza la llama de la longevidad viva de la Universidad.

Posteriormente, el doctor en Derecho Miguel Ángel Rodríguez Vázquez pronunció el discurso oficial, en el que destacó que "las Guardias Universitarias son acontecimientos que nos dan identidad. Es de justicia reconocer a los personajes que las crearon y promovieron a lo largo de la historia, como el entonces rector del Instituto Juárez, don Ángel Rodríguez Solórzano; don Jesús Rodríguez Prado, secretario del ayuntamiento; Roberto Bravo Morán, agente del Ministerio Público; el maestro Julián Bermúdez; y los alumnos Lázaro Tovar Domínguez, Carlos Aragón Beltrán —quien fungía como presidente de la Federación Estudiantil Universitaria-, Miguel Antonio González Lozano (el México), como presidente electo, Ramiro Arrieta Milán, Miguel Ocaña Montaño y Miguel Ángel Leal".

El orador enfatizó además que "… estos acontecimientos históricos nos otorgan identidad, pues nos vinculan con un pasado común y nos distinguen de otras universidades. No podemos hablar de universidad en abstracto, sino dentro de un contexto específico, como lo es la Universidad Juárez del Estado de Durango. Participar en este tipo de ceremonias nos permite reafirmar nuestro ideario, aquello en lo que creemos, que no es otro que el ideario juarista, el cual representa el modelo de la UJED: un ideario personal y un ideario de nación".

Acto seguido, se montaron las Guardias de Honor. La primera estuvo a cargo de las autoridades universitarias, encabezadas por el rector Ramón García Rivera y funcionarios de la Administración Central. La segunda fue realizada por directores de las escuelas, facultades e institutos de la máxima casa de estudios. La tercera guardia estuvo conformada por representantes del SPAUJED, STAUJED y STEUJED, mientras que la cuarta correspondió a la Federación Estudiantil Universitaria y a los presidentes de sociedades de alumnos.

Para concluir el evento, se escuchó la Marcha Centenaria, interpretada por la Banda de Guerra Monumental, tras lo cual se entonaron el Himno a Juárez, el Himno Nacional Mexicano y el Himno Universitario.